miércoles, 23 de julio de 2008

Crítica: Hancock

hancockHancock es de ese tipo de películas que a uno le hace reflexionar si valió la pena pagar el (elevado) precio de la entrada para ir al cine.

A pesar de que Will Smith, principal protagonista del filme que comparte cartel con la guapa Charlize Theron, tiene un carisma especial para el público y un importante tirón en taquilla, lo cierto es que en este caso no consigue levantar los altos vuelos que, a juzgar por el trailer de la película, se esperaban de ella. Y es que, para tratarse de un blockbuster veraniego de espectaculares efectos especiales y con el, a priori, mero propósito de entretener -al menos en lo que a las expectativas del público se refieren-, logra su humilde objetivo a duras penas ya que, como decía, uno sale del cine con la agridulce sensación en la boca de tiempo malgastado y de dinero tirado a la basura.

Hancock (Will Smith), como ya sabrá el lector (porque hoy en día es difícil librarse de los trailers de ciertos estrenos), es una especie de Superman "chungo" y pasado de rosca: borracho, despreocupado de la vida y de las consecuencias de sus acciones, y con una alarmante falta de autoestima. Vamos, todo las particularidades que uno no atribuiría a un superhéroe. Últimamente, las dudosamente heroicas intervenciones de Hancock están trayendo de cabeza a la ciudad de Los Ángeles, quien ha acabado agotada de la ayuda de su particular héroe y quiere verlo fuera de las calles como sea. Tumbo tras tumbo (emocional), no será hasta que este particular personaje conozca a Ray (Jason Bateman), un idealista con ganas de cambiar el mundo que trabaja como asesor de imagen, y su mujer Mary (Charlize Theron), que la vida de nuestro protagonista no dará un giro de 180 grados... inesperados.

Y es que, sin querer entrar en mayor detalle para no destripar nada al lector, Hancock (la película) es con respecto a las películas de superhéroes lo que Hancock (el personaje) es para los superhéroes: una senda que se aparta del camino marcado para buscar su propia identidad.

Lo consigue, pero a qué precio.


Mi puntuación en IMDB: 5

3 comentarios:

Miguel dijo...

jeje, fui el sábado a verla, y me quedé un poco como tú dices...

el problema es el de siempre, que parece que por narices las cosas tienen que ser bonitas. Cuando podían haber explotado la cara agria del personaje, al final se queda en menos de la mitad de la película lo realmente divertido y, el resto, pues con las moralejas de siempre...

por cierto, llevo un rato buscando algo que me comentaron sobre el cartel, por lo visto está personalizado por ciudades, jeje, aquí puedes ver las de España (no se si habrá más):

http://www.netambulo.com/2008/07/22/carteles-de-hancock-madrid-barcelona-valencia/

Iván dijo...

Ya me has quitado las ganas de ver la pelicula en el cine. Me conformare con verla en DVD pero como me guste, dejo de visitar tu blog. jeje. Un saludo, Ivanaco.

Iván dijo...

Pues al final Friki-man si que me ha gustado la pelicula bastante. No puedo decir que sea de mis pelis favoritas ni un peliculon porque no lo es, pero creo que merece la pena verla sin lugar a dudas.

Como diria hancock: "Buen trabajo"