viernes, 8 de mayo de 2009

Crítica: La Ola (Die Welle)

Me encantan las historias sobre experimentos psicológicos y sociológicos. Me fascina la manera en que las personas puede llegar a variar drásticamente su conducta, emociones y pensamientos -esquivando, muchas veces, sus propias convicciones- en función de factores externos aparentemente inocuos.

A este respecto, me encantó la alemana "El Experimento" (Das experiment), y me ha encantado la también alemana "La Ola" (Die Welle). La primera está basada en un experimento real que se llevó a cabo en 1971 en la Universidad de Stanford (más detalles siguiendo el anterior enlace), donde a algunos de los participantes se les otorgaba el papel de guardias, y al resto de los participantes el papel de presos, en un entorno simulado de prisión. La segunda -la que nos ocupa- está basado en otro caso real donde (de acuerdo a la información que puedo leer en Filmaffinity) Ron Jones, un profesor de instituto de Palo Alto en California, para tratar de explicar a sus alumnos en qué consiste un régimen nacional-socialista (nazista), recreó en clase las bases de dicho régimen en un movimiento que bautizó como "La Tercera Ola": orden, disciplina, respeto a la autoridad, valor del grupo por encima del individuo, e incluso el uso de una símbología propia (saludo) que les diferenciase del "resto". En tan solo cinco días (¡cinco días!), el profesor se vio obligado a suspender el experimento debido al fanático comportamiento que estaban desarrollando los alumnos, cuyo entusiasmo había extendido el movimiento más allá de los límites de la clase. Si queréis conocer toda la historia, podéis leer el -muy interesante- diario traducido del profesor sobre este experimento, en un artículo que he podido encontrar en la web de cine "Fila Siete".

"La Ola" (la película) traslada dicho suceso hasta nuestros días y, sin pretender ser un fiel reflejo de lo que sucedió en 1967 en aquel instituto, nos cuenta la dramática historia de un profesor que, de igual manera, trata de exponer a sus incrédulos alumnos (y en sus propias carnes) las razones que llevaron al alzamiento del Tercer Reich. Para ello, les anima a pensar como una sociedad y no como individuos ("el individuo es débil, el grupo es fuerte"), a actuar unidos, a vestir un uniforme propio -una sencilla camisa blanca- que distinga a la clase del resto de los alumnos del instituto, e incluso a crear un saludo y un símbolo que identifique el nuevo régimen bautizado como "La Ola". Lo que comienza como un inocente proyecto de instituto acabará convirtiendose en un movimiento de masas descontrolado, donde compañeros discriminan y amenazan a otros compañeros, y un extendido sentimiento de superioridad comienza a imperar entre los "elegidos"... con peligrosas consecuencias.

Contando con sublimes interpretaciones de los miembros del reparto (comenzando por el fantástico Jürgen Vogel, que da vida al carismático profesor de instituto y lider del nuevo movimiento nazi) y una dirección más que correcta, "La Ola" es una excelentisima película para disfrutar y, sobre todo, para reflexionar. ¿Qué tendría que pasar para que esos alumnos de instituto fuesemos usted o yo? ¿Somos realmente tan distintos de los nazis que asolaron Europa?

Lo sé. Da miedo pensarlo, ¿verdad?

1 comentario:

Rafael dijo...

Esta película me impactó. Creo que la enseñanza principal a extraer de este experimento sociológico es que debemos ser fuertes para no ser tan fácilmente manipulados. Los medios de comunicación y el sistema en general en el que vivimos ya nos tienen sometidos a un experimento sociológico perpetuo: nos dicen qué debemos pensar, consumir, creer... Es importante tener un criterio propio para que esa ola tan poderosa no nos arrastre como espuma de mar.