Seguro que a nadie le han pasado desapercibidos los mensajes de advertencia que han aparecido últimamente repartidos por todo Madrid (e, imagino, por otras ciudades de España), que anuncian la prohibición de usar determinados servicios públicos a los entes extraterrestres que ficticiamente habitan entre nosotros. En la misma calle Preciados, por ejemplo, enfrente de la fnac, podemos ver un cartel que reza "Zona peatonal sólo para humanos", así como en varias estaciones de metro donde he podido ver otro similar que dice "Andenes sólo para humanos". Y aunque los responsables de esta campaña de marketing aquí en España se hayan tomado algunas licencias creativas con respecto a la misma -pues se trata de una campaña similar a la que se llevó a cabo en Estados Unidos a gran escala-, con la inclusión de mensajes de advertencia que poco o nada tienen que ver con el argumento de la película cuya atención tratan de captar (como "Tu jefe puede ser un alienígena. ¡Denúnciale!", mensaje que uno se queda con ganas de colgar en el tablón de anuncios de la oficina), creo que se trata de una licencia perdonable en pro de favorecer el interés por una película de ciencia ficción que, sobre todo, habla sobre la violencia, la intolerancia y los prejuicios racistas.Aprovechando el día del espectador en los cines Ideal, este pasado lunes acudí a ver District 9 en versión original. Cine de calidad abalado por Peter Jackson -en el papel de productor-, que cuenta con un director novato y con talento detrás de las cámaras de nombre Neill Blomkamp (quedaos con este nombre, que tengo la sensación de que volveremos a oír hablar de él). Buenos efectos especiales, maquillaje, escenografía... pero, sobre todo, una muy buena historia (que, como decía, lleva implícita su propia moraleja) : cuando una nave espacial queda varada sobre Johannesburgo (Sudáfrica), los principales gobiernos de la Tierra deciden crear un territorio de alojamiento provisional para los visitantes que se encontraban dentro de la nave viviendo en condiciones infrahumanas. Lo que comienza como una acción humanitaria acaba convirtiéndose en un problema cuando el terreno al que se habían destinados los seres evoluciona a gueto, una zona en pésimas condiciones de seguridad y sanitarias en la que se ha dejado apartadas a las "gambas" -nombre despectivo con el que se refiere a los alienígenas- para que no causen problemas. Sin embargo, poco a poco la tensión entre los ciudadanos de la ciudad y la población extraterrestre va en aumento, hasta que finalmente 20 años después (la actualidad) la presión civil obliga a los gobiernos (representados por la MNU, o Multi-National United, una organización encargada de la "gestión" de la presencia extraterrestre en nuestro planeta) a reemplazar a los refugiados no humanos. Cuando la MNU envía a Wikus Van De Merwe acompañado de un equipo militar a "convencer" a los alienígenas de que firmen el acuerdo de traslado de residencia -acción llevada a cabo debido a la presión de distintas organizaciones humanitarias-, la tensión amenaza con estallar definitivamente.
Interesantísimo planteamiento de Neill Blomkamp (quien también co-escribe el guión) para denunciar una situación injusta -y muy real, si abstraemos la temática de ficción- donde los fuertes abusan de los débiles hasta un grado de degradación y humillación que no puede dejar indiferente a nadie. Inteligente uso de los medios (desde el propio racismo de los ciudadanos negros de Johannesburgo, pasando por el acento del protagonista que ya nos está dando a entender que pertenece a una minoría étnica en su país), del ritmo (que se acelera según avanza el filme) y de la narrativa (que comienza planteando la película como un ficticio documental, aunque más tarde se aleje de ese enfoque) District 9 es una película que apunta alto, y está llamada a convertirse en todo un clásico de la ciencia ficción.
Tras verla, uno puede entender que, como reza el eslogan que aparece en el anuncio de la película, los humanos no seamos bienvenidos.
Mi puntuación en IMDB: 8


1 comentario:
Una historia interesante de humanos deshumanizados y aliens con humanidad (por ejemplo la historia del padre que intenta sacar a su hijo del gueto). Una vuelta de tuerca más en la ciencia ficción de "contactos" donde esta vez lo malos somos nosotros.
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