martes, 25 de marzo de 2008

La última risa del Joker

joker
Cuan grande (y terrible) fue mi sorpresa al leer hace unos días* en el metro, medio dormido por la mañana, un titular en el periódico que anunciaba el fallecimiento de una de las grandes promesas de Hollywood. Mi primera reacción fue de estupefacción, por un breve instante imaginé, incluso deseé, haber malinterpretado dicho titular. No ya tan solo porque, como cinéfilo, pueda impactarme en mayor o menor medida la pérdida de lo que podía -y seguramente iba a- llegar a ser una de las grandes estrellas del cine. Ni siquiera porque, como aficionado al cómic que soy, el imaginar a ese muchacho dramatizado como el mayor enemigo de Batman, acompañado de aquella sonrisa ahora perpetua, pueda resultarme amargamente irónico. No. Creo que la auténtica razón de mi estupefacción, mi asombro y mi tristeza -no solo como aficionado al cine o al cómic, sino como ese ser humano que más de uno parece olvidar que lleva dentro-, radicaba en que concebir la muerte de un muchacho de tan solo 28 años con un prometedor futuro, no solo en el cine sino en todo lo demás, un futuro que le había sido arrebatado por una de esos infantiles antojos de la vida; concebir eso me resultaba amarga y traicioneramente triste.

Heath Ledger nació en 1979 en Perth, Australia. Hijo de un ingeniero de minas y de una profesora de francés, y único varón de cuatro hermanos, fue bautizado en honor al protagonista de la novela "Cumbres Borrascosas". Comenzó a destacar por sus habilidades interpretativas a una edad bastante temprana, formando parte de la compañía de teatro Glove Shakespeare, compañía que acabaría abandonando para empezar a dedicarse a la televisión y posteriormente al cine. Aunque técnicamente no debutaría en Hollywood hasta 1999, con el estreno de "10 Things I Hate About You" ("10 razones para odiarte" en su título español), su debut cinematográfico tuvo lugar en 1997 con la película australiana "Blackrock", y un reconocido prestigio en su país con la exitosa "Two Hands". A partir de ahí, Heath empezó a abrirse camino en el mundo del cine, y a demostrar su valía, con títulos como "El Patriota", "Destino de Caballero" o "Monster's Ball", siendo nominado a los oscars a la edad de 26 años por su actuación como cowboy gay en "Brokeback Mountain", y convirtiéndose así en el actor más joven que puede, o mejor dicho podía, presumir de tal logro.

Dicen las ¿malas? lenguas -el que suscribe no desea entrar en asuntos personales, aquello que descansa déjalo descansar- que el actor sufría de una terrible depresión que lo llevaría a la muerte un fatídico 22 de enero de 2008, no sin antes haber concluido el rodaje de uno de los grandes estrenos del presente año: "The Dark Knight", la continuación de "Batman Begins", en donde encarnaría por primera y última vez al Joker, el enemigo por excelencia del Caballero Oscuro. Este personaje, retorcido, malvado y trastornado hasta la médula, pudo tener un efecto devastador en el actor, de quien se decía se metía demasiado en el papel de los personajes que interpretaba. El joven Ledger fue encontrado muerto en su apartamento por su masajista junto a un tarro de pastillas y, aunque al principio se habló de sobredosis -¿qué decía sobre las malas lenguas?-, esta teoría parece haber quedado descartada, sustituída por lo que parece haber sido una mala reacción química entre diferentes medicaciones que aquel día, como otros, ingirió para tratar de sobrellevar la depresión que atravesaba y que acabaría ahogándole.

Tal vez nunca lleguemos a saber qué pasó en realidad. ¿Pudo con él la depresión o hubo algo más? Y yo digo, ¿acaso importa? La única verdad, la única y dolorosa verdad, es que hemos perdido a uno de las grandes promesas de Hollywood con toda una vida por delante.

Una promesa rota siempre duele.


* este artículo fue escrito originalmente a comienzos de febrero del presente año.

1 comentario:

Dave dijo...

ESE PEASO DE BLOG

Felicidades Raul, mola mucho el blog y los comentarios.Iremos consultando tus consejos sobre pelis.

D.

Peli que te recomiendo ver y luego comentar: SeaBiscuit, Mejor Imposible...