Es sábado por la tarde cuando escribo estas líneas, justo al terminar de ver por enésima vez -esta vez en blu-ray- el peliculón llamado "Sospechosos Habituales" que, mucho antes que "X-Men" o "Superman Returns", dirigiera Bryan Singer allá por el año 1995, y sigo disfrutándolo casi tanto como la primera vez. Una gozada de trama (Oscar al mejor guión original, cortesía de Christopher McQuarrie), de interpretaciones (entre ellas, Oscar al mejor actor de reparto para Kevin Spacey), de banda sonora, de dirección y de desenlace; la película funciona como una maquinaria perfectamente engrasada, en donde cada elemento está en el lugar apropiado en el momento justo. Un complejo puzzle donde las piezas, según avanza la película, van encajando para formar un resultado final que, como poco, sorprende y maravilla. Y es que "Sospechosos Habituales" merece un segundo y hasta un tercer visionado, por estar llena de sutiles pistas dejadas -nunca al azar- al espectador, de esas de las que uno solo se percata una vez conoce el entramado completo y posterior desenlace de la historia.¿Pero de qué va la historia? Un barco ha ardido en llamas en el puerto de San Pedro en Los Ángeles, dejando 27 muertos y 91 millones de dolares en droga que no aparecen por ningún sitio. De este incidente solo quedan dos supervivientes: un criminal tullido de nombre Verbal Kint (Kevin Spacey), y un terrorista húngaro que sufre terribles quemaduras en todo el cuerpo.
Por un lado, Verbal relata lo sucedido a la policía en un interrogatorio conducido por el hábil agente David Kujan (Chazz Palmintieri), quien no acaba de creer en la declaración del testigo: todo comenzó hace unas semanas, con el robo de un camión lleno de armas y el posterior arresto de los 'sospechosos habituales': McManus (Stephen Baldwin), Fenster (Benicio del Toro), Hockney (Kevin Pollack), el propio Kint (Kevin Spacey), y el pez gordo: Keaton (Gabriel Byrne), un antiguo policía corrupto que parece haber reconducido su vida, hecho que el agente Kujan pone en seria duda.
Por otro lado, el superviviente húngaro tiembla al recordar la pasada noche el rostro del mismísimo Diablo, el legendario Keyser Soze...
Una leyenda muy, muy real.
Mi puntuación en IMDB: 10


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