Crítica doble: REC y REC 2

Con el reciente estreno de la segunda parte de REC, el fenómeno de terror en primera persona cortesía de Jaume Balagueró y Paco Plaza que cautivó a millones de espectadores en toda España, propiciando incluso su correspondiente remake americano llamado "Quarantine" (Cuarentena), me animo a escribir una crítica sobre las dos entregas de este filme. Un ilustrativo ejemplo de cómo hacer dinero aprovechando el tirón de lo que fue un buen producto, echándolo a perder en el camino.

Ante todo, me gustaría aconsejar al lector que haya visto la segunda parte de la saga pero no la primera -que me imagino que los habrá- que no deje que ese filme comercial y vacuo le cause una opinión equivocada de lo que fue una muy correcta y terrorífica primera parte. El enorme conjunto de incoherencias en su desarrollo y la pobre actuación de sus actores podría llevarle a la desafortunada conclusión de que REC -1- fue más de lo mismo. Y no es así.

Pero empecemos por el principio: como decía, REC es un filme en primera persona -esto es, narrado desde el punto de vista de alguno de los personajes de la película que, cámara en mano, nos hace testigos y partícipes de todo cuanto acontece a su alrededor- como lo fue "Monstruoso" de J.J. Abrams o "El Diario de los Muertos" de George A. Romero. En la cinta, ambientada en Barcelona, una pareja de reporteros -donde la presentadora es interpretada por una muy sexy Manuela Velasco-, que está grabando un programa de sucesos estilo "Madrid Directo", acompaña a un equipo de bomberos durante la noche para presenciar cómo realizan su trabajo. Durante la ronda, el grupo de bomberos recibe una llamada de auxilio de una casa donde vive sola una anciana. Cuando el grupo se interna en el portal y entra en el apartamento, descubre que la emergencia resulta ser mucho más peligrosa de lo que nadie imaginaba, y el terror se desata en todo el edificio...

A partir de esta sencilla pero efectiva premisa, el filme nos sumerge en una claustrofóbica situación que nos hace testigos y a la vez partícipes de una escalofriante historia de zombies a la española. Y, que nadie se equivoque, como decía la campaña de marketing de una famosa marca deportiva: "ser español ya no es una excusa, es una responsabilidad". El filme está muy bien llevado: es tenso, coherente, claustrofóbico -aunque esto ya lo he dicho- y, sobre todo, da miedo. Es una película que, sin contar con un gran presupuesto, puede presumir de poner en su sitio a más de un bodrio hollywoodiense de varios millones de dólares. Los actores resultan creíbles, las situaciones angustiosas y la historia en general bien hilada y bien llevada, con una tensión que va 'in crescendo' a lo largo de la película. Un muy buen filme, en definitiva.


Luego tenemos a REC 2.

¿Qué decir de esta innecesaria y pobre segunda parte, que no haya dejado caer ya? Quiero decir, ¿hacía falta hacer una segunda parte? Es verdad que el final de la primera (y no haré ningún tipo de 'spoiler', para aquel que tema seguir leyendo) puede dar lugar a más de una interpretación, pero quizá en eso residía también su encanto. Narrar lo que ocurre a partir de ahí se me antoja, como poco, caprichoso.

Aunque si solo fuera eso, si estuvieramos hablando de oportunismo comercial bañado de un buen guión, no habría tal queja... pero el caso es que este filme no hay por donde cogerlo: la mayor parte de las situaciones, como adelantaba al comienzo de la crítica, son tremendamente incoherentes. Las cosas suceden porque da miedo que sucedan, y no porque realmente tengan sentido. ¿Por qué, si no, un cuerpo de GEOS que entra en el edificio -escena con la que da comienzo la película- no asegura cada piso en su ascenso hacia el ático -y la excusa "no hay tiempo" no me vale-, o deja que alguno de sus compañeros se interne solo en un apartamento sin nadie que le cubra las espaldas? ¿Cómo es posible, de la misma manera, que los miembros de este cuerpo puedan explorar un apartamento de la forma que lo hacen (recorriendo el pasillo alegremente, en lugar de asegurar habitación por habitación el lugar para no ser sorprendidos por la retaguardia)? ¿Donde está la sangre fría del cuerpo de intervención de élite al que se supone que pertenecen? Quiero decir, ¡¿de donde diablos han salido estos tipos?!

Y el cámara... Ejem. Recordemos que el cámara es también uno de los personajes de la película; uno de los encantos de la saga por la forma en que está narrada -estilo que tiene seguidores y detractores prácticamente por igual, por lo mareante que puede llegar a resultar a veces algunas escenas-. ¿Alguien me puede explicar por qué nunca interviene? Quiero decir, ¿no sería lo más normal que este personaje, en algunos momentos críticos del filme dejase la cámara y actuase directamente en la acción para salvar a sus compañeros? En particular, hay un momento en la película en donde a esta persona le cae una pistola a los pies, y no la recoge por seguir grabando... ¿Por qué? ¿estamos tal vez ante un admirador de lo macabro? ¿Disfruta viendo morir a sus compañeros?

Me seguís, ¿verdad?

En fin, que salvo por morbosa curiosidad, este que suscribe evitaría en lo posible la así llamada REC 2 (tirando el máster, si por mí fuera, a lo más profundo del Mediterraneo aprovechando que Barcelona tiene playa, para que nadie lo encuentre), animando a todo aquel que no lo haya hecho y que sea aficionado al cine de terror que dé una oportunidad a la primera parte. Dudo mucho que le defraude.

Tenían razón. Nunca debí atreverme a volver.

Mis puntuaciones en IMDB: 7 (REC), 2 (REC 2)